Pedro Gasset expone en UNED Tudela su colección de pirograbados y dibujos sobre los sitios más especiales de la capital ribera

La muestra podrá verse en el patio del Palacio del Marqués de San Adrián hasta el próximo 8 de noviembre

De niño, Pedro Gasset Marcén cruzaba muchos días el patio del Palacio del Marqués de San Adrián, ya que acudía al colegio que tenía en este edificio la orden religiosa Hermanos del Sagrado Corazón. En aquella época, no se imaginaba que, muchas décadas después, volvería a recorrerlo, pero para instalar cerca de una treintena de los pirograbados y dibujos hechos con plumilla que lleva realizando desde que salió del servicio militar.

Fue allí, en la Academia General Militar de Zaragoza, donde este tudelano de ahora 76 años descubrió a uno de sus compañeros en la elaboración de grandes pirograbados, con los que conseguía librarse de las guardias. Le fascinó tanto que, una vez terminada la mili, comenzó a hacerlos él mismo, pasando después a los dibujos. Todo, sin contar con formación especializada alguna.

El resultado de sus ratos libres durante tantos años puede verse estos días en la sede de UNED Tudela, que acoge hasta el próximo 8 de noviembre la exposición Callejeando, compuesta por 28 de sus obras, la mayoría de las cuales representan lugares emblemáticos de la capital ribera. Gasset ha inaugurado esta tarde la muestra, en un acto que ha compartido con el director del centro asociado a la UNED en Tudela, Luis Fernández.

Fernández ha hecho un repaso de su vida, apuntando que, además de lugares de Tudela, algunas de sus obras son de edificios famosos, como el Coliseo de Roma o la catedral de Santiago de Compostela, así como de otras ubicaciones de gran belleza pertenecientes a la geografía navarra. “Tenemos hoy aquí 29 obras, algunas en blanco y negro, y otras, en color, en las que emplea pastel para dar un toque de color en los fondos. El realismo que logra Pedro es muy atractivo”, ha esgrimido.

El director de UNED Tudela ha recordado que el artista nació en Tudela el 29 de abril de 1948 y, tras relatar cuál fue la chispa que hizo prender en él su pasión por este arte, ha explicado que Gasset plasma sus pirograbados en madera de boj. “Estudió Dibujo industrial en la ETI de Tudela, donde aprendió a usar las diferentes tintas. Sin embargo, él se considera a sí mismo autodidacta, ya que investigó técnicas para hacer pastas de pintura y siempre elaboró sus obras de manera independiente, sin maestros”, ha precisado.

Fernández ha desvelado que, aunque Gasset se dedicó profesionalmente a la mecánica, ha ido aprovechando sus ratos libres para pintar las más de 200 obras que ha elaborado en todos estos años, si bien la mayoría las ha vendido. Ahora mismo, posee alrededor de 40. Asimismo, ha protagonizado casi una decena de exposiciones, incluidas algunas benéficas.

Para este artista tudelano, los dibujos de lugares son lo que más le gusta. “He hecho bodegones y algún retrato, pero estos últimos son más complicados”, ha indicado, al tiempo que ha matizado que, aunque proclama que no tuvo ningún maestro, sí que recibió clases, durante un año en Jesuitas, del pintor tudelano Vidal Abeti Belloso. “Eran clases para pintar, y yo no pinto -ha reído-. Pero para aprender conocimientos de la pintura, esas clases me vinieron muy bien”.

LA PREGUNTA DEL MILLÓN

Para Gasset, la pregunta del millón es cuánto le cuesta completar cada obra. “Las voy haciendo en mis ratos libres, así que es difícil de calcular. Sí que sé, por ejemplo, que el dibujo de la catedral de Santiago de Compostela me costó un mes, así que siempre digo que fue como si hubiese hecho el Camino”, ha resaltado.

En cuanto a las localizaciones que escoge para sus dibujos, ha reconocido que las tiene muy claras, porque, al ser de la capital ribera, ya sabe los sitios que le gustan. “El haber dedicado la mayoría de los dibujos a representar espacios de Tudela me ha impedido hacer exposiciones fuera, ya que todas las que he hecho han sido aquí. De todas formas, hasta este año, hacía mucho que no sacaba exposiciones”, ha confesado.

Por último, ha contado que todavía continúa dibujando, ya que, si no, se aburre, y que desde la pandemia ha incrementado bastante el número de sus dibujos. “He mejorado con respecto a mis primeras obras, porque vas viendo los fallos y errores que cometes, y los vas corrigiendo”, ha manifestado, para terminar agradeciendo a UNED Tudela la oportunidad de exponer en el patio del Palacio del Marqués de San Adrián: “Es una universidad y, por lo tanto, tiene mucho prestigio. Además, el edifico es precioso y me trae muy buenos recuerdos de cuando venía aquí al colegio de niño”.