Economista, historiador e ingeniero industrial, tiene a su cargo, desde enero de 2005, el seguimiento y análisis de la economía española. Entre sus competencias, destaca la elaboración de las previsiones económicas de primavera y otoño, el análisis del programa de estabilidad y el análisis del programa nacional de reformas en el contexto de la nueva Agenda de Lisboa.
Acudió a nuestro Centro para participar en la 1º Jornada AER-UNED Tudela que llevaba por título "Perspectivas en Economía". Le hemos hecho una pequeña entrevista. [Una pregunta muy general ¿cuál es el estado actual de la economía española?]
Está creciendo bien, es una economía sólida, que se está modernizando de una manera muy rápida, pero que tiene ante sí grandes retos y algunos riesgos. La gran pregunta para el futuro es qué va a pesar más, si la tendencia positiva o los riesgos a los que se enfrenta.
[¿Cuáles son los puntos fuertes de la economía española?]
Sin ninguna duda, el consumo. Las familias están consumiendo mucho, y ello es el verdadero motor de la economía. Ese consumo, unido a la buena marcha de la construcción, está haciendo que el crecimiento económico de España sea muy superior al de los países de la Zona Euro, y nos está permitiendo avanzar en el proceso de convergencia con la UE, que es el gran sueño de este país.
[¿Qué perspectivas de futuro augura para nuestra economía?]
Las previsiones que acaba de publicar la Comisión Europea apuntan a una ralentización del consumo privado y de la construcción, que es lo mismo que decir que la economía española se va a ralentizar ligeramente. De todas formas, somos relativamente optimistas, en el sentido de que este hecho no va a producir ninguna recesión grave.
Nuestros datos apuntan a que en el 2005 el PIB va a crecer al 3,4%, en el 2006 el 3,2% y en el 2007 el 3%, un aterrizaje suave, aunque no exento de riesgos.
[¿Cuáles son esos riesgos?]
España se enfrenta a dos o tres grandes retos. Uno de ellos es el conseguir que el sector de la construcción, una vez que se vaya desacelerando, no arrastre al resto de la economía a una recesión, aunque nosotros apostamos por un aterrizaje suave, con lo cual esto no ocurriría.
En segundo lugar, está el problema del endeudamiento de las familias, muy asociado al anterior. Creo que, aunque tiene ya cotas de cierto riesgo, las familias son aún solventes y van a poder afrontarlo bien.
El tercer riesgo, para el que somos más pesimistas, es la falta de innovación y capacidad tecnológica de España, algo necesario para afrontar el reto de ser un país realmente moderno y de vanguardia. En este sentido, sí que se está haciendo un gran esfuerzo desde el Gobierno Central para impulsar los gastos en I+D pero existen ciertas dudas sobre si la sociedad va a conseguir absorber este reto y si en el futuro vamos a conseguir lo que viene detrás del I+D, que es ser un país competitivo, que nuestro tejido industrial sea competitivo. Es el mayor riesgo y problema al que se enfrenta realmente España.
[¿Realmente bajarán los precios de la vivienda?]
Es un hecho que ya se ha producido en otros países europeos, y tarde o temprano, cuando la oferta sea superior a la demanda, lo más probable es que bajen de precio o, al menos, éste se estancará.
[Por último, nos gustaría saber su opinión sobre un tema que ha dado mucho que hablar estos últimos días: ¿cómo ha salido España de la última cumbre europea?]
Como representante y trabajador de la Comisión Europea no puedo responder a esa pregunta, ya que ha sido una decisión del Consejo Europeo, otra institución. Lo que valoramos positivamente es que España siga recibiendo fondos de cohesión y estructurales, pero no podemos valorar si la negociación ha sido buena o mala.
Lo que está claro es que hay que contar con que España, a partir del 2013, será un contribuyente neto