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“La solución no es de un día. La clave para intentar frenar el cólera es la prevención”

Raúl Ecay Torres, Delegado de Cruz Roja en Navarra, nos ha acercado en la UNED de Tudela la situación actual que atraviesa Haití. 

5 de enero de 2011

El 12 de enero de 2010, minutos antes de las cinco de la tarde, Haití sintió que el mundo se venía abajo. Un terremoto de siete grados en la escala de Richter acababa con la vida de cerca de 300.000 personas. Era, sin duda, una de las catástrofes humanitarias más desastrosas de la historia.

A la pobreza ya existente se le sumó un país en ruinas. Ciudades y pueblos sin alimentos, sin agua... 

Diez meses después la tragedia ha vuelto a golpear Haití. Ha llegado la peste del cólera que, a día de hoy, se ha cobrado la vida de más de 2.100  personas. El número de infectados asciende ya a 100.000. El cólera se ha ido extendiendo, siguiendo el curso del agua, del río Artibonite, y del movimiento de la población.

“Las carencias iniciales condicionan la gestión de la ayuda. La solución no es de un día. La clave para intentar frenar el cólera es la prevención", asegura Raúl Ecay Torres, Coordinador del Equipo de Respuesta de Emergencia Especializado en Informática y Telecomunicaciones de Cruz Roja Española y miembro del Grupo Temático de Alojamiento (Shelter Cluster). 

Durante su participación en la conferencia "Haití, un año después", celebrada en la UNED de Tudela, Raúl proyectó varios vídeos grabados por los cooperantes en los campos habilitados para la población. Estos vídeos recogen sencillas acciones de comunicación para la promoción de la higiene. 

“Todo lo dicen cantando. En este video, por ejemplo, una voluntaria de la Cruz Roja haitiana canta y baila una canción en kreol, evolución haitiana del francés tras la independencia. Los versos y la coreografía son los pasos para lavarse bien las manos", dice Raúl.

Desde hace meses, Raúl ayuda, también, a los haitianos que han perdido sus casas a encontrar una vivienda digna en el menor tiempo posible. En estas labores de voluntariado en Haití también colabora Antonio Carabante, encargado de gestionar la logística de los envíos de ayuda humanitaria y de la construcción de viviendas provisionales.

"Levantar una vivienda provisional supone una odisea. Los registros están destruidos y no existen documentos notariales. Hay un gran problema de propiedades", comenta Antonio Carabante.

El terremoto dejó sin vivienda a más de un millón y medio de haitianos. A día de hoy, el ritmo de construcción es lento. Y las previsiones nada halagüeñas. Se calcula que la reconstrucción de Haití podría prolongarse toda una década.