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"Hay muchas Cubas, son once millones de realidades diferentes"

Entrevista a Carlos Daniel Malamud Rikles, Catedrático de Historia de América de la UNED e Investigador Principal para América Latina del Real Instituto Elcano, ponente del Curso de Verano "Cuba y su Revolución: el juicio de la historia 60 años después" seguido por 160 personas.

21 de junio de 2019

Carlos Malamud (Buenos Aires, 1951) es catedrático de Historia de América de la Universidad Nacional de Eduación a Distancia (UNED), de Madrid, España e Investigador Principal para América Latina del Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos. Académico correspondiente de la Academia Nacional de la Historia de Argentina. Ha sido investigador visitante en el Saint Antony´s College de la Universidad de Oxford, en la Universidad de los Andes, Colombia (Cátedra Corona), y en la Universidad Di Tella de Buenos Aires. Entre 1986 y 2002 ha dirigido el programa de América Latina del Instituto Universitario Ortega y Gasset, del que también ha sido su subdirector. Comenzó su carrera académica trabajando en historia económica del período colonial para luego especializarse en historia política latinoamericana de los siglos XIX y XX. Fue profesor de la Universidad Complutense de Madrid y del CEU San Pablo. Miembro del Consejo Asesor del Instituto de Cultura de la Fundación MAPFRE. Actualmente compatibiliza su trabajo de historiador con el de analista político y de relaciones internacionales de América Latina. 

Este lunes 17 de junio, Malamud Rikles inauguró los Cursos de Verano de las Universidades Navarras, organizados por el Gobierno de Navarra, con la conferencia "Cuba y su Revolución: el juicio de la historia 60 años después", que fue seguida por 160 personas.

¿Diría usted que existen dos Cubas?

Existen muchas Cubas, no hay dos Cubas. Por un lado está la oficial, la revolucionaria y la del exilio y también dentro de la propia Cuba hay muchas Cubas, es decir, están los cubanos que se sienten todavía profundamente revolucionarios, los que se sienten totalmente defraudados por la revolución y el régimen, están los cubanos que quieren salir del país y no pueden hacerlo, y están los que ya han salido en condiciones distintas a las del primer exilio. Son muchas Cubas, son muchos cubanos y hay once millones de realidades diferentes.

¿Cómo definiría la historia de este país en pocas palabras?

Como dijo Raúl Fernández “Olvídense del tesoro que hemos perdido en el mapa”, es una situación que está marcada por la desesperanza y donde el futuro se ve incierto y donde muchos se preguntan dónde vamos a ir a parar. 

¿Qué hay de verdad o de mentira en toda la información que los medios de comunicación y los líderes de opinión vierten sobre Cuba?

Hay mucho de verdad y mucho de mentira, todo depende de quién lo diga, en qué contexto y con qué objetivos lo diga y hay mentiras y verdades en todas las direcciones. Hay mentiras impulsadas desde el Gobierno de La Habana, desde el exilio de Miami o desde el Gobierno de EE.UU. Nos estamos moviendo en un ambiente sumamente proceloso, del cual un claro ejemplo, relativamente reciente ha sido el tema de los ataques sónicos, algo que todavía no sabemos qué ha sido pero que ha dado lugar para todo tipo de especulaciones. 

¿En qué consiste la alianza con la Venezuela de Chávez? 

La alianza entre Fidel Castro y Hugo Chávez comienza a gestarse a partir del mismo momento en el que el presidente Rafael Caldera decreta el indulto para Chávez en el año 94. Poco tiempo después, viaja a La Habana dónde recibió al pie del avión al propio Chávez quien ya tenía en mente las potencialidades de ese militar golpista, que luego va a convertir en un dirigente de izquierda revolucionaria latinoamericana.

Fidel tenía en mente básicamente el aprovechamiento del petróleo venezolano. Era una gran oportunidad para Cuba de compensar la catástrofe que había supuesto la desaparición de la Unión Soviética y de la ayuda soviética bien a través de subsidios directos o a través de venta de petróleo y esto es lo que intenta completar Fidel Castro. 

En la ecuación estaba por un lado, la entrega de entre 100.000 y 150.000 barriles de petróleo diarios venezolanos a Cuba a precio subsidiado, con préstamos a bajos tipos de interés muy prolongado, la mitad de esto la utilizaba Cuba para su consumo, la otra mitad la vendía en efectivo a los mercados internacionales para comprar productos importados de Estados Unidos, básicamente alimentos y medicinas. Como compensación, Cuba exportaba servicios médicos y profesores pero también agentes de inteligencia. Por los primeros cobraba una cantidad importante. Venezuela pagaba a Cuba por cada médico 27 veces lo que se pagaba a los médicos venezolanos, aunque los médicos cubanos solo recibían una parte pequeña de esto y el resto se lo quedaba el estado cubano.

La relación llegó a avanzar a tal punto que se empezó a hablar de la posibilidad de construir una Venecuba o una Cubazuela, es decir, una gran alianza binacional.

¿Qué supuso la presidencia de Raúl Castro? 

Raúl Castro reemplaza a su hermano Fidel rodeado de grandes expectativas que, inclusive, él mismo incentiva. Llega prometiendo grandes reformas económicas algo más tibias desde el punto de vista de la sociedad, mucho más limitadas desde una perspectiva política pero desde cualquier punto de vista grandes expectativas de que las cosas empezaran a cambiar en Cuba. Sin embargo, el hecho de que Raúl Castro no controlara todos los resortes de poder y de que su hermano Fidel siguiera incidiendo en la vida política nacional y en muchos sectores se mantuvieran fieles a la línea ortodoxa de la revolución, impidió que muchas de estas reformas salieran adelante y hoy lo que vemos es un panorama en el cual de los grandes objetivos trazados por Raúl a su llegada al poder, muchos de ellos no se cumplieron, quizás uno de los más paradigmáticos es el acabar con el sistema de doble moneda, el peso convertible y el peso cubano, que siguen existiendo.

¿Qué futuro le espera a Cuba?

La pregunta del millón. Cuba está atravesando un momento muy complicado, producto de la confluencia de dos tipos de factores. Por un lado, de los efectos que para la economía cubana supone la Crisis de

Venezuela, que son muchos, pero también de las políticas de Trump que tiene asfixiada la dirigencia cubana y a la sociedad cubana. La situación actual no es la misma que en el año 1991-1992, cuando entró

en vigor el periodo especial, la economía está mucho más diversificada, el turismo es una realidad pese a sus dificultades, la llegada de remesas está ahí pero sin embargo la economía cubana tiene una situación muy complicada. Al mismo tiempo, nos enfrentamos a unas clases dirigentes muy temerosas de impulsar las reformas necesarias y esto hace que uno de los campos que debería apostar la clase dirigente cubana para sacar al país de su postración es impulsar la agricultura, donde hay un margen de crecimiento muy grande, con medidas de alguna trascendencia pero que sea más fáciles que en otros campos de la realidad pero a día de hoy no se están implementando.