Todo comunica, todo transmite unos valores determinados, contribuyendo a construir lo que se denomina “imagen corporativa” de instituciones, empresas y organizaciones (incluso de las personas): desde el logotipo, hasta la forma de vestir, de redactar correos electrónicos o de saludar a los/las clientes. De esta forma, el Protocolo constituye una parte esencial de la comunicación, por lo que es vital conocer la normativa sobre la que se sustenta. Para ello, entrevistamos al profesor del curso "Protocolo: cómo organizar actos en instituciones públicas y en otras entidades" que ha tenido lugar los días 17 y 18 de mayo en la UNED de Tudela. Javier Félix Carmona Salinas es Director del Servicio de Proyección Institucional del Gobierno de Navarra y especialista en Protocolo, con más de 30 años de experiencia profesional.
¿En qué consiste el Protocolo y por qué es importante?
Consiste en la aplicación de unas normas legales y otras de costumbres o de uso que se aplican tanto a la organización de los actos, como a las actividades de las instituciones públicas. Es importante porque facilita un orden en el desarrollo de estos actos, favoreciendo la comunicación de lo que una institución quiere transmitir al conjunto de la ciudadanía.
¿Cómo serían las instituciones sin Protocolo?
Más caóticas o, por lo menos, la comunicación de estas instituciones sería más complicada. Nuestra labor es poner un cierto orden y coherencia es esas comunicaciones a través de los actos públicos.
¿La persona experta en Protocolo tiene que tener determinadas destrezas?
Efectivamente, es importante que la persona tenga claro lo siguiente: los criterios que se deben tener en cuenta y los detalles son importantes en la labor de protocolo; tener un objetivo claro de qué es lo que se quiere conseguir con los actos que se organizan; tener un temple que permita llevar a cabo aquello que se ha pensado, a pesar de los imprevistos que puedan suceder; compartir en equipo porque el protocolo no es trabajo de una persona sino de un equipo de distintos responsables en distintas materias y se avanza y se perfecciona con la autocrítica, con un espíritu crítico, contrastando aquellos aspectos que se pueden mejorar.
En definitiva, es un trabajo que requiere mucha discreción y transparencia, es decir, cuanto menos se hable de lo que ha sido el protocolo de un acto, mejor, ya que cuando se habla es que algo no ha salido bien.
¿Qué valores aporta el Protocolo a una institución y/o empresa?
Aporta un orden necesario y ensancha esa comunicación transparente entre la institución y el conjunto de los ciudadanos.
¿El protocolo posee un carácter estático y homogéneo, común a todas las instituciones/empresas/organizaciones o, por el contrario es un arte dinámico que se adapta a las características de cada entidad?
El protocolo se basa en unas normas legales y en otros usos de costumbre que obligan a las instituciones públicas a llevarlas a cabo. Dentro de estas normativas, cada institución o entidad tiene un objetivo determinado y por tanto los medios que utilice pueden ser diferentes.
El objetivo del protocolo es la ciudadanía y debemos estar atentos y adaptarnos a los cambios que se producen en ella.
Por ejemplo, en la actualidad se dan una serie de características como la austeridad o la brevedad, lo cual, dirige nuestro trabajo hacia la programación de actos más breves.
¿Qué cambios que ha observado con las nuevas tecnologías?
Aportan muchas ventajas a lo que es nuestra función, en cuanto a listados de invitados, por ejemplo, o al alcance de la difusión. No sólo nos dirigimos a los medios de comunicación clásicos sino, también, a las Redes Sociales, que aportan mucho más dinamismo. En lo referente a los contenidos, estas tecnologías nos aportan una serie de ventajas pero, también, nos exigen estar al día de las novedades y avances y ver cómo pueden aplicarse a nuestro trabajo.