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Campus UNED

Ilusión por aprender a los 80 años

Palmira Aguarón no se lo pensó dos veces a la hora de apuntarse al Programa UNED Sapientia

30 de octubre de 2009

Hace seis años la vida le "golpeó" duramente. En apenas un año Palmira perdió a su marido y a su nieta.

"Fue muy duro. No conseguía reponerme. De repente, un día me vino a ver una buena amiga y me vio ojeando el periódico. Me preguntó: ¿qué noticias hay hoy? Y no le supe contestar. No podía centrarme".

Afortunadamente, esta amiga le dio un sabio consejo que nunca olvidará.

"Deberías ponerte a estudiar".

Y es lo que hizo Palmira. Se matriculó en el Aula de la Experiencia. Define la experiencia como "muy gratificante".

"Ahora mismo tengo mucho tiempo libre. Quiero dedicarlo a las cosas que me gustan y, sin duda, una de las cosas que más me gustan en esta vida es aprender".

A sus 80 años asegura que se maneja perfectamente con el ordenador.

"Miro el correo electrónico todos los días. Es una maravilla".

Es, además, una apasionada de la Historia del Arte.

"En mi opinión el Programa UNED Sapientia es muy interesante. Lo que más me gusta de él es la asignatura de Historia con el Profesor Fco. Javier Andreu. La Historia de las Religiones también me parece muy enriquecedora. Quizás lo que menos me gusta son las Ciencias; yo soy más de Letras".

Asegura que el hecho de no tener que examinarse es una ventaja. Una de las cosas que más valora es el poder estar con personas que tienen las mismas inquietudes que ella.

"Estoy convencida de que es una experiencia que me va a enriquecer mucho, sobre todo, humanamente".

A Palmira siempre le encantó la medicina pero, inicialmente, tuvo que estudiar Filosofía y Magisterio. Era otra época.

"A mí me gustaba la medicina pero en mi época estaba mal visto que las mujeres estudiásemos Medicina. Por eso, hice Filosofía y Magisterio. Me quedé con las ganas y, al final, conseguí estudiar lo que ahora se conoce como ATS. Empecé a trabajar como ATS. Me gustaba más que la enseñanza. Estuve trabajando hasta los 66 años que me jubilé".

Vitalidad; optimismo y sacrificio. Son tres conceptos que podrían definir perfectamente a esta mujer que a sus 80 años piensa que nunca es tarde para "activar las neuronas".

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