La presentación tuvo lugar el pasado viernes 20 de junio. Junto a ellas, estuvieron presentes el Secretario de la UNED de Tudela, José Miguel Laco, y dos compañeras del equipo olímpico medalla de oro en Atlanta 96, Estíbaliz Martínez y Maider Esparza.
Durante la presentación, a la que acudieron cerca de cuarenta personas, Tania y sus compañeras contaron sus experiencias sobre los duros años de entrenamiento y competición, y pudieron responder a las preguntas de los asistentes.
El libro narra la vida de una gimnasta de élite (Tania) que, tras miles de horas de entrenamiento y sacrificio en pos del oro olímpico, alcanza su sueño para después enfrentarse a una traumática salida del deporte, al desamparo institucional y federativo y a la lucha por rehacer su vida.
["Es un problema común a los deportistas de élite"]
La periodista Cristina Gallo, quiso destacar que "el libro es absolutamente necesario, porque la gente tiene que conocer la otra cara del deporte". Para Cristina, "el público está acostumbrado a ver la competición, las medallas y las victorias, pero no son conscientes de todos los esfuerzos, renuncias y sacrificios que hay detrás de los triunfos y lo que les ocurre a los deportistas de alto nivel al dejar el deporte y salir a la vida real".
Según la periodista, "es un problema común a los deportistas de élite, y que debe ser solventado por las autoridades deportivas. Debe instrumentalizarse que el deportista sepa, no sólo cómo va a ser su carrera deportiva, sino qué va a hacer después con su vida". Cristina se refirió a la "burbuja" en la que viven los deportistas de élite durante los años de máxima competición y que "cuando salen de esa mundo desconocen cómo moverse en la vida real. Rutinas como ir al INEM o hacer papeleos son algo desconocido para ellos".
[ "No sabíamos a lo que renunciábamos"]
Tania Lamarca destacó el hecho de que "en aquella época, con 14-15 años, vivíamos en una burbuja que no nos dejaba ver más allá ni saber qué iba a ser de nosotros en un futuro. Sin haber conocido otra cosa, lo veíamos de otra forma y no sabíamos realmente a lo que renunciábamos". Para Tania, "hacía lo que más me gustaba y no era consciente de lo que me perdía afuera". Quiso destacar el apoyo de sus padres aunque "con el libro lo han pasado un poco mal, ya que había cosas que no sabían". Pese a "no echar de menos aquellos años", su balance es positivo.
Sus dos compañeras, Estíbaliz Martínez y Maider Esparza, comentaron su propia experiencia y cómo con el libro recordaron detalles que habían olvidado, y que "cada una los vivimos a nuestra manera". Para Maider "nuestro carácter actual se forjó en aquellos años, y la disciplina y el afán de superación nos ha servido para muchas otras cosas".