A grandes rasgos, ¿de qué trata la conferencia?
“Trata de las instituciones encargadas de controlar que se rindan cuentas con transparencia, pero para ser más preciso cuento mi experiencia al respecto en la administración pública; creo que es más interesante porque es más aplicado y puedo explicar lo que ha pasado en la realidad, y además porque puedo relacionar lo que dice la ley o la teoría con lo que pasa en realidad”.
La transparencia y la rendición de cuentas son un tema de actualidad, ¿son características esenciales de toda Democracia?
“Debieran ser. En realidad la política debería ser un instrumento para solventar los problemas de los ciudadanos o dicho de otra manera, cuando uno elige a sus representantes está poniendo en sus manos que mejoren el bienestar de sus ciudadanos. Para eso ponemos en sus manos el dinero de todos; el dinero que se recauda con los impuestos. Por tanto, aquel que gestiona el dinero de todos debe rendir cuentas con la máxima transparencia”.
Las instituciones públicas están obligadas por ley a rendir cuentas, ¿se trabaja bien en este sentido?
“El organismo fundamental de control de las cuentas, a nivel de la administración general del Estado, es el Tribunal de Cuentas. Además, en cada Comunidad Autónoma hay una cámara o tribunal de cuentas; en Navarra es la Cámara de comptos. Pero digo a nivel de administración general del Estado, porque el Tribunal de Cuentas también es responsable de algunas cuentas de la Comunidad Foral de Navarra.
Los puestos directivos del Tribunal de Cuentas, presidente y vocales, están repartidos por afinidades políticas: tanta representación tienes en el Parlamento, tantos puestos te corresponden. Los que tienen que controlar transparencia están nombrados por aquellos a los que les hemos dado la facultad de poner nuestro dinero en las políticas que hacen y en los presupuestos que elaboran; entonces, ¿cómo le va a decir alguien que está nombrado por otro “lo estás haciendo muy mal”? Si te digo que lo estás haciendo muy mal, me cesas. Es muy complicado”.
¿Qué hay que hacer para mejorar?
“Para mí, estas instituciones deberían ser instituciones independientes; el que esté al cargo de controlarlas y ver si se utilizan convenientemente los fondos, tiene que ser alguien del que no tengamos ninguna duda de que sabe hacer eso muy bien. Personal independiente y muy cualificado, que no tenga conflicto de intereses para que cuando él examine y rinda esas cuentas lo haga perfectamente”.
¿En qué se ha fallado?
“Yo creo que se ha fallado en muchas cosas. Para empezar, pienso que la cuestión clave en un país es la educación; de hecho, hemos tenido un conflicto con una asignatura que debería ser obligatoria desde que uno nace y sin mezclar ninguna cuestión. Educación para la ciudadanía, para mí, es educar en valores. El segundo punto es la ejemplaridad. Si hablamos del Tribunal de Cuentas que son los que controlan y ellos no son ejemplares… ¿qué le vas a pedir al ciudadano? Y el tercer punto importante es que funcione la justicia; es decir, que el que la haga la page”.
Las nuevas fuerzas que irrumpen en el panorama político, ¿traen nuevos aires o maneras de transparencia?
“No lo tengo claro; algunas de estas fuerzas han surgido de plataformas ciudadanas, que si no cambian la forma de proceder se disolverán como un azucarillo. Las nuevas fuerzas que son ya partidos, todavía está por ver; es posible que sí. Si tenemos que fiarnos de lo que paso con algún partido que ahora es nacional y que antes era autonómico, no parece que haya mucho cambio.
Lo que yo creo que va a suceder, al menos, es que en una Comunidad Autónoma donde vaya a gobernar un partido que no tenga mayoría absoluta y esté supervisado por otro partido de los nuevos, ahí seguramente vamos a tener posibilidades de que haya control de verdad. Se supone que le va a controlar significa que el día en que no se rindan cuentas bien, esta fuerza le quitará el apoyo y habrá otro gobierno.
Y curiosamente, yo que pienso que todo el mundo es honrado, en estos tiempos tan complicados y que hay tan poco dinero público, sigue habiendo mucha gente que quiere dedicarse a la política. Esto me hace pensar que hay algo más… algunos lo llaman la erótica del poder y yo creo que es algo más que eso. Y si es algo más que eso, tengo una cierta prevención a que algunas cosas se arreglen y otras no…”.
¿A qué puede contribuir que la Gestión Pública sea transparente?
“Pongo el ejemplo de la sanidad. Nosotros tenemos todo el abanico de formas para gestionar la sanidad: pública, privada, concertada, con gestión pública pero provisión de servicios privada… ¡todas! Y hasta este momento, no sabemos qué es mejor. Y no lo sabemos porque no se rinden cuentas con transparencia. Y alguien dice “en la gestión privada del hospital Alcira, el paciente atendido es un 15% más barato que en la gestión pública”; pero resulta que el hospital de gestión privada tiene derechos de admisión y deriva a los pacientes “caros” hacia el público. Necesito datos; quiero saber cuando compare ambas gestiones qué pacientes atiende uno y qué pacientes atiende otro, y esto no te lo dan. De momento solo sé que en el primer concurso que dio la gestión privada al hospital Alcira, se ofreció una cantidad por paciente que al cabo del poco tiempo se vio que no se cubría, y tuvimos que gastar mucho dinero para rescatarlo.
Lo mismo pasa con las autopistas radiales de Madrid, que tenemos que rescatar; y lo mismo pasó cuando se privatizó la electricidad, que se nos vendió que la competencia entre empresas bajaría los precios y cada día suben más.
Rendir cuentas con transparencia es que nos den todos los datos; que nos digan lo que pasa. Solo así podríamos decir qué sistema es más eficiente que el otro y decidir mejor”.