Participará como ponente en las "Jornadas sobre Violencia de Género", que se impartirán en la UNED de Tudela los próximos días 20 y 21 de febrero mediante videoconferencia. Aprovechamos para hacerle unas preguntas sobre el tema con motivo de su presencia en nuestra universidad la semana pasada, como miembro del Tribunal de Exámenes. [¿Qué pretenden las jornadas?]
Fundamentalmente, concienciar a la población y participar de alguna forma en la lucha por erradicar la violencia de género.
Creemos que es necesario educar y formar profesionales, que escasean en muchas materias, tanto en el ámbito sanitario como el jurídico, el educativo y el policial. Tenemos una ley, que es un buen instrumento, pero es necesario tener personas que la sepan aplicar.
[¿Es la primera vez que se celebran?]
Es la segunda edición, en colaboración con la Escuela de Práctica Jurídica de la UNED, tras la del año pasado. Las jornadas se celebran de forma presencial en Madrid y se pueden seguir en el resto de Centros, incluido el de Tudela, por videoconferencia.
[Tras varios años de aplicación de la Ley Integral contra la Violencia de Género, ¿estamos mejor o peor que antes?]
Soy optimista y creo que estamos mejor. Creo que queda mucho por hacer, pero todos los instrumentos que tengamos para luchar contra la violencia siempre son positivos. Lo que realmente hace falta es que cale y se aplique la ley. Pero tiene que llegar a todos los ámbitos: educativo, sanitario, medios de comunicación... es una labor de toda la sociedad.
[¿Puede ser un problema en su aplicación la insuficiencia de medios económicos y humanos?]
Los medios siempre son insuficientes, pero lo que hace falta son profesionales que la sepan aplicar en todos los ámbitos, esa es la verdadera tarea pendiente. En el ámbito educativo, sanitario, como los médicos de atención primaria, por ejemplo que, igual que tienen en cuenta otros indicadores como el colesterol o la glucosa, podrían tener en cuenta unos indicadores de malos tratos. Así podrían derivar a las mujeres a los servicios adecuados.
[¿Por qué se produce la violencia de género? ¿Es un problema de falta de educación?]
Cultural y de educación, por supuesto. Existe un desajuste social con una igualdad formal en cuanto a leyes pero sin una igualdad real. Se produce una fricción en las relaciones hombre-mujer y hay hombres que no se resignan a perder su status de superioridad. El del machismo es un problema absolutamente cultural. Y no es sólo de los hombres, sino también de las mujeres, porque todos y todas hemos sido educados en ese sistema.
[La solución sería, por tanto, incidir en la base, en la educación...]
Es la única forma de erradicación auténtica a largo plazo. Esto no quiere decir que no haya que tratar todo los demás, pero no dejan de ser parches, aunque necesarios e imprescindibles. Hay que atender a las mujeres y a los niños y niñas que la sufren, por supuesto, pero la única forma real de erradicarla es desde la educación. Hay que empezar desde la infancia y la familia, pero hace falta gente que sepa transmitir esos valores. Vemos, incluso, que los adolescentes actuales siguen con los mismos esquemas. La educación es la única solución real a largo plazo contra la violencia de género.
[En tu intervención en las Jornadas vas a hablar de los sujetos en la violencia de género ¿Podrías adelantarnos algo?]
Normalmente, al hablar de violencia de género sólo se tiene en cuenta a la víctima, entendiendo por tal a la mujer, y al agresor. Pero podría compararse a cuando tiras una piedra a un lago y se forman ondas concéntricas. Están también los hijos que viven en ese hogar violento, o los familiares, como la madre de la víctima, los amigos... Las víctimas directas serían la mujer y los hijos. Estos últimos son los grandes olvidados y no se les suele mencionar. Hay muchos hijos que han muerto en el régimen de visitas, y es importante que se sepa.
[Si nos atenemos a las noticias publicadas en los medios, podríamos llegar a la conclusión de que la violencia de género incide más en personas con menos recursos o formación ¿es eso cierto?]
Es cómodo pensar eso, pero se da en todas las clases sociales. Aunque sí que se conocen menos casos en las clases sociales elevada por una razón: las personas con menos recursos suelen acudir a los servicios sociales en busca de apoyo. Sin embargo, una persona con más medios económicos no acude a esos servicios, de ahí el desconocimiento. De hecho, he conocido mujeres que han sufrido malos tratos y que ocupaban cargos importantes y con absoluta independencia económica.