“A lo largo de mi vida yo le agradezco más a la tenacidad que a la inteligencia, lo que yo haya podido tener de satisfacción o de éxito en las metas que me he propuesto”

Entrevista a José Manuel Cenzano, que acaba de presentar en la UNED de Tudela su nueva novela "Un paso atrás”.

“Un paso atrás” es su última novela ¿Qué le inspiró para escribirla?

“Es difícil saber exactamente el momento de la inspiración porque se cruzan una serie de acontecimientos en la vida y, en un momento concreto, dices: estas cosas pueden ser suficientes para elaborar una novela.

Tengo que reconocer que el texto está escrito hace algún tiempo, 3 o 4 años, que estuvo madurando en el cajón durante bastante tiempo. Se ha corregido después y, al final, ha visto la luz, como dice el editorialista, como los vinos de reserva”.

¿Cuánto tiempo tardó en escribir esta obra?

“Aproximadamente un año”.

De todas sus obras, ¿por cuál siente una especial predilección?

“Habitualmente por la que está terminada y está sin publicar. Tengo ya terminadas dos obras en las cuales tengo puestas muchas esperanzas. Además, creo que están más maduras, con más experiencia como escritor y, probablemente, más depuradas y logradas”.

El escritor ¿nace o se hace?

“Ésta es la eterna historia en la cual uno se pregunta qué aporta natura y qué aporta cultura. En Salamanca dicen que a quien la naturaleza no le otorgó ciertas cualidades, Salamanca no procura lo que le hace falta. Creo que es un combinado de las dos cosas. A lo largo de mi vida yo le agradezco más a la tenacidad que a la inteligencia lo que yo haya podido tener de satisfacción o de éxito en las metas que me he propuesto. Hay que tener un poquito de don y tener ese esfuerzo y esa tenacidad para cultivar las cosas.

¿Recuerda sus comienzos como escritor?

“Yo empecé a escribir artículos de opinión en periódicos, de forma aislada. Un amigo, Victoriano Bordonaba, que era muy aficionado y muy buen escritor, me decía que tenía cualidades para escribir y que debía probar y comencé escribiendo cuentos. Los primeros no debían de ser muy buenos porque me los criticaba mucho. Poco a poco tuve la buena fortuna de que “Tribuna Médica”, un periódico que se escribía hace muchos años para los médicos, tenía un apartado que era antología de cuentos. Envié uno, quedó ganador y me fui animando. Pero vi que en el cuento era muy difícil conseguir una buena idea, hacer crecer el interés sin decaer y terminar con una sorpresa. En un cuento lo consigues pero en dos o en tres ya es más difícil. Conforme se va escribiendo ves que eso se te escapa de las manos y es lo que me hizo apuntar hacia algo más largo. De esta forma, caí en la novela”.

¿Qué nuevos proyectos tiene en mente?

“De momento, estoy iniciando una novela, de forma muy lenta. Pero, además, tengo dos obras terminadas, en las cuales tengo puestas grandes esperanzas; una de ellas es una biografía de Príncipe de Viana, de forma novelada, que espero que encuentre una salida. He tratado de animar a la gente con un personaje tan interesante, que suena tanto en el oído y que, íntimamente, es tan poco conocido”.