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“A través de las historias podemos flexibilizar nuestra mirada del mundo y cuidarnos un poco más”

Entrevista al terapeuta Jordi Amenós Álamo, que ha impartido recientemente en la UNED de Tudela el curso “El poder de los cuentos y las metáforas terapéuticas: introducción a la narrativa terapéutica”.

5 de junio de 2014

“El poder de los cuentos y las metáforas terapéuticas: introducción a la narrativa terapéutica” ¿Qué se esconde bajo el título de este curso?

“Éste es un curso que busca utilizar la narrativa al servicio del crecimiento personal, de la terapia, del desarrollo, de la psicología… En él se enseña cómo todo ser humano está inmerso en su propia historia; una estructura narrativa donde le permite saber quién es y qué es el mundo. Vamos a explorar qué tipo de historia nos contamos para tener la vida que tenemos”.

¿Cómo es posible que un cuento y una metáfora nos sirva de terapia?

“En realidad, los seres humanos nos hemos contado cuentos y metáforas siempre para poder explicar lo que pasa en el mundo y para poder explicar lo que nos pasa a nosotros. Cualquier historia es buena cuando nos abre la puerta a la posibilidad y cualquier historia no es buena cuando se enquista como única teoría; entonces, a través de las historias podemos flexibilizar nuestra mirada del mundo y cuidarnos un poco más”.

¿Por qué es eficaz este tipo de terapias?

“Todos los seres humanos somos seres narrativos; todo el mundo tiene la capacidad de escuchar y de relatar una historia porque lo hacemos continuamente en nuestra cotidianidad. Utilizando esta gran capacidad que tenemos es muy fácil poder explicarnos el mundo a través de historias”.

Este tipo de terapias, ¿se pueden aplicar en todos los casos y a todo tipo de perfiles?

“Se puede utilizar para cualquier perfil siempre y cuando se de desde una mirada médica sana: niños, adultos sin ningún problema etc. Hay que tener especial cuidado en algunos casos, por ejemplo, de esquizofrenia donde esto debería ser supervisado por un profesional médico. Siempre que juguemos con fabulación podemos abrir las puertas a una nueva posibilidad. Lo que hay que cuidar es que esa fabulación se realice sin que la persona pierda el contacto de la realidad”.

¿Cómo es su experiencia con este tipo de terapias?

“Muy buena. Hace años que me dedico a ello y he visto que la gente accede a estados de mejoría, a estados de potencialidad, a estados de capacidad… con una cierta rapidez y una cierta facilidad”.