Estuvo en nuestra universidad el pasado 7 de marzo como codirectora del curso "Educadores Sociales: retos de futuro". En su intervención habló sobre el ocio y la animación sociocultural. [¿Cuándo comenzó a hablarse de animación sociocultural?]
La animación como tal se inició en los años 50 del siglo pasado en Francia, que es cuando apareció el término “animación”. En nuestro país, es a raíz de los ayuntamientos democráticos, a finales de los 70, cuando cobra auge. Ya había unos antecedentes que eran las misiones pedagógicas, que pretendían llevar la cultura al pueblo.
[¿En qué consiste?]
La animación sociocultural se sustenta en tres propósitos básicos: la participación de todas las personas de la comunidad, la transformación y cambio social y la democracia cultural. En resumen: que sea el pueblo el que cree su propia cultura.
Busca animar y dinamizar a los individuos y grupos para que sean protagonistas de su vida y mejoren su entorno.
[¿De qué forma trabaja un animador sociocultural?]
Debe tener varias funciones: la de educador, porque trata de transformar actitudes y que las personas adquieran conocimientos en el ámbito no formal, fuera del sistema educativo. Trata también de mejorar actitudes y el perfeccionamiento del individuo.
Una de sus funciones importantes es la de mediador, porque cuando consigue su objetivo él "desaparece" y es el propio grupo sigue su camino. Él les ayuda a organizarse y aprender a gestionar su tiempo.
[Es una profesión en la que trabajan personas con diversas titulaciones... ¿Qué papel juegan los Educadores Sociales?]
Cierto. Psicólogos, pedagogos... los maestros de escuela son, realmente, animadores socioculturales.
Como profesión individual está la de técnico en animación sociocultural, dentro de la FP y, dentro de la titulación de Educación Social, hay una asignatura troncal.
Dentro de la diplomatura, cuando se creó, se concluyó que existían tres ámbitos profesionales principales: educación de adultos, animación sociocultural y educación especializada.
[¿Es obligación del Estado actuar como animador sociocultural de los ciudadanos?]
No cabe duda que el Estado del Bienestar tiene que proporcionar medios y cauces a sus ciudadanos desde los tres niveles: nacional, autonómico y municipal. Pero no solamente ellos. El verdadero protagonista debe ser el tejido social, las personas, porque estamos en una democracia y cada uno de nosotros tenemos responsabilidades. Debe existir una educación cívica. Es bueno que el Estado se preocupe, pero depende de nosotros mismos.