“Estamos todos en la misma lucha: devolver la dignidad y los Derechos Humanos de las personas”

Entrevista a Enrique Abad, Responsable de Intermón Oxfam en Navarra, que recientemente ha inaugurado en la UNED de Tudela la muestra “CRECE: alimentos, vida, planeta”.

Son muchos los que opinan que la pobreza es la mayor lacra del mundo en el que vivimos ¿Qué opina usted?

“La pobreza y, detrás de la pobreza, la injusticia, que es la que genera esa pobreza. Además es una pobreza que ya no podemos decir que es de los países del sur de África sino que está aquí. Siempre lo ha estado en realidad pero ahora es más evidente. Con esto podemos decir que el mundo es uno, que los problemas son uno y uno de ellos es la pobreza, consecuencia de la injusticia y la desigualdad. La solución a esos problemas tiene que ser uno, tanto aquí como en el sur. En el fondo estamos todos en la misma lucha: devolver la dignidad y los Derechos Humanos de las personas; lo primero es la vida digna”.

¿Cuál es la esencia de la exposición “CRECE: alimentos, vida, planeta”?

“Es una exposición que responde a una campaña internacional y mundial, en la que todos los socios de Oxfam a nivel mundial, que somos 17 y estamos trabajando en 90 países, queremos abordar la problemática del sistema alimentario mundial.

La campaña se llama "CRECE" y pretende abordar la problemática en torno al sistema alimentario mundial pero, sobre todo, partiendo desde la perspectiva y desde la problemática de los pequeños agricultores: cómo nuestro consumo incide en la vida de los pequeños agricultores del sur, cómo nuestro comercio incide en ello y cómo hay una serie de problemas mundiales que al final están afectando a la alimentación de toda la humanidad.

Hablamos de un mundo que va a tener 9.000 millones de personas en 2050 con recursos suficientes pero que no están bien repartidos, generándose diferentes problemas”.

¿Qué papel desempeña actualmente el Comercio Justo y cuál debiera desempeñar en un futuro próximo?

“El Comercio Justo es una herramienta de cooperación, una herramienta más. Su papel es que más gente pueda vivir dignamente de su trabajo porque se les compra una serie de productos en unas determinadas condiciones; en ese sentido es una pequeña tirita, un pequeño detalle dentro de un mar que es mucho mas amplio; es una gota de agua, pero es una gota de agua importante.

Cada vez que la tienda de Comercio Justo de Tudela vende productos o alguien compra en un supermercado un producto de Comercio Justo sabe que está contribuyendo a que la persona que ha fabricado eso va a vivir un poco mejor. No deja de ser una gota pero el mar está hecho de muchas gotas”.

La muestra refleja que un cambio es posible. ¿Hacia dónde debemos caminar?

“Exactamente, a nosotros nos gusta denunciar y decir cómo están las cosas pero también aportar soluciones. Creemos que hay varios ámbitos en los que trabajar. Desde la Cooperación al desarrollo pedimos a los Gobiernos, incluso a los del Sur, una inversión, una mirada a la pequeña agricultura. Se está demostrando que la agricultura familiar es más eficiente, tiene más impacto en reducir la pobreza y hace un menor uso y abuso de los recursos naturales. Es más sostenible incluso; es suficiente para alimentar a la Humanidad y, a su vez, da empleo a muchas más personas y genera oportunidades de vida para millones de personas.

Estamos hablando de un mundo en el que casi 1000 millones de personas se van a dormir con hambre. El mundo que tenemos es éste y eso no es normal. No deberíamos quedarnos tranquilos.

Una solución gira en torno a la lucha contra el cambio climático; ya no es una utopía, ya no es una amenaza sino una realidad que se está notando cada vez más. Tenemos que pedir a los gobiernos que luchen y que inviertan.

Otro de los temas que estamos trabajando ahora es el acaparamiento de tierras. Desgraciadamente, debido a la crisis se está invirtiendo de una manera financiera y de una forma especulativa en compra-venta y arrendamiento de tierras; países que lo único que tienen es tierras (agricultura) están vendiendo y arrendando a grandes empresas y a gobiernos de países asiáticos, árabes, del norte de Europa, de EEUU, Canadá…

En muchos casos se está expulsando a las poblaciones que han trabajado las tierras o bien porque no tienen título de propiedad o bien porque sus gobiernos no les defienden. Se está generando en estos países la producción de alimentos a gran escala, de una manera industrial. Después, esos alimentos vienen aquí cuando, paradójicamente, esos países están pasando hambre”.