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UNED Tudela acoge este mes de enero la última exposición individual que realizará el artista ribero Ismael Loperena

El hijo de Antonio Loperena presenta ‘Obra única’, un cuadro de gran formato en el que reflexiona sobre la importancia del ámbito espiritual del ser humano

7 de enero de 2025

En la que probablemente será la última exposición que Ismael Loperena protagonizará en su larga carrera artística, UNED Tudela ha acogido esta tarde la presentación de Obra única, una muestra en la que el pintor ribero invita al espectador a darse cuenta del peso que el carácter espiritual posee en el ser humano, haciéndolo diferente a los animales.

Así lo ha explicado el autor del cuadro, de técnica mixta sobre lienzo, con unas medidas de 6,5 metros de ancho por 1,95 de alto y que llena desde hoy y hasta el próximo 31 de enero uno de los lados del patio del Palacio del Marqués de San Adrián. Loperena ha estado acompañado esta tarde por el director de UNED Tudela, Luis Fernández, que se ha encargado de hacer un repaso a su trayectoria.

Como ha relatado, Ismael Loperena nació en Arguedas el 11 de julio de 1954, hijo de Emilia Garro y del famoso artista Antonio Loperena. “Por esa razón -ha argumentado Fernández-, estuvo rodeado desde muy pequeño por las esculturas y pinturas de su padre, aunque no fue hasta el año 1979 cuando comenzó su vocación práctica y profesional, al iniciar entonces sus estudios de Bellas Artes en la Universidad de Bilbao”. Sin embargo, no fue hasta 1983, al marcharse a Venezuela, cuando empezó a tomar la pintura como su verdadera profesión, ha añadido el director de UNED Tudela.

Desde ese año 1983 hasta ahora, Loperena se ha movido por muchos países, como Francia, Australia, Portugal, Bélgica o Estados Unidos. Y en el 2003, recaló en Fontellas, donde reside actualmente y donde da forma a su arte, “que se mueve a caballo entre la obra figurativa más tradicional, heredera de su propio padre, y corrientes estéticas mucho más avanzadas”. No obstante, ha puntualizado Fernández, “el elemento básico de toda su producción es el gran sentido expresionista y colorista que poseen todas sus obras”.

El artista navarro ha realizado exposiciones individuales tanto en ciudades españolas, como en otras de diversos países, como Venezuela, Bélgica, Portugal, Estados Unidos o Alemania, entre otros. Algunas de sus obras, de hecho, han viajado a Australia, Bélgica, Suiza, Portugal, Francia, Italia, Alemania y Venezuela, formando parte ya de colecciones privadas. En UNED Tudela, se trata de la primera vez que Loperena expone parte de su obra.

“Se ha dicho de este pintor que muestra en sus obras una visión colorista, fresca y salpicada de motivos realistas, salteados en un universo abstracto”, ha recordado el director de UNED Tudela, que ha apuntado que “a través de distintas técnicas y con una enorme fuerza cromática, su mensaje llega puro al espectador, cargado de una originalidad e imaginación exuberantes”. “La pintura de Ismael fluye espontánea, alternando superficies tranquilas con impactos de color, creando así composiciones complejas, en las que expresa su particular interpretación de las cosas”, ha concluido.

UN JEROGLÍFICO

Precisamente, Loperena ha manifestado que este cuadro, que ya tenía terminado desde hace más de un cuarto de siglo, constituye una “especie de jeroglífico, en el que el público va buscando y encontrando cosas, siempre bajo el protagonismo del triángulo y el ángel ubicados en el centro de la obra”. “El triángulo representa lo divino, lo espiritual, la inspiración; mientras que el ángel recoge los difuntos en carne, pero vivos en espíritu, a los que pedimos invocación, inspiración y fuerza para continuar en el valle de lágrimas y alegrías en el que estamos”, ha indicado.

El pintor ribero ha sostenido que, casi con total seguridad, esta Obra única será su última exposición individual. “No veo más lugares para exponer mis cuadros. Quizá si se lleva a cabo el proyecto de Sementales y se crea una buena sala, trate de exponer allí. Pero ya me he dejado ver bastante”, ha esgrimido.

Acerca de su cuadro, ha incidido en que “intenta captar la esencia del ámbito espiritual, de la inspiración del espíritu, de la materia, de la carne y, a partir de ahí, de lo que nos diferencia del animal irracional”. Asimismo, ha hecho hincapié en la enorme evolución que ha registrado durante su dilatada trayectoria. “Esto del arte es un tanteo. Tanteando, vas buscando y encontrando. Es una competencia contigo mismo, para no aburrirte ni a ti ni tampoco al espectador. A mí, no me gusta tener un sello, sino jugar a despistar, a encontrar diferentes estilos, porque no me gusta copiarme a mí mismo”, ha sentenciado.