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Iván Benítez invita al público en UNED Tudela a viajar al corazón del ser humano en situaciones límite

Se inaugura en el centro tudelano la exposición ‘Nieva ceniza’, que podrá contemplarse en el patio del Palacio del Marqués de San Adrián hasta el 27 de septiembre

3 de septiembre de 2024

A través de una treintena de imágenes, el fotoperiodista navarro Iván Benítez propone al espectador meterse en la piel de personas de muy diferentes lugares que, debido a circunstancias muy duras, tuvieron que salir de sus países de origen. La exposición Nieva ceniza, que se ha inaugurado esta mañana y que podrá contemplarse en la sede de UNED Tudela hasta el próximo 27 de septiembre, consiste, en palabras de su autor, en “un viaje al corazón del ser humano en situaciones límite”. El público, por tanto, se encontrará con tesituras muy desafortunadas, como guerras o catástrofes, en las que, no obstante, siempre existe el optimismo y la voluntad de vivir por encima de las desgracias.

En la inauguración de la muestra han estado presentes el director de UNED Tudela, Luis Fernández, y el propio Benítez, que expone por tercera vez en el centro tudelano, tras sus dos primeras visitas de la mano de la ONG Alboan. Fernández se ha encargado de describir la trayectoria del reportero navarro desde que terminó la carrera en Pamplona, apuntando que, en los últimos 30 años, ha estado trabajando como fotoperiodista local e internacional en múltiples países (Sudán, Nicaragua, Israel, Argelia, Libia, Egipto, Mali, Etiopía, etc.).

La exposición tiene su origen en el libro Nieva ceniza. Crónicas contra el olvido, en el que Benítez recopila su experiencia como reportero entre los años 1998 y 2022. De todos los viajes que realizó durante ese período de tiempo, se trajo historias en primera persona, poniendo nombres y apellidos a todos los que aparecen en sus instantáneas.

En Sudán, por ejemplo, se hizo pasar por misionero para retratar el genocidio y el hambre. También voló al corazón del huracán Mitch en Nicaragua, mientras que, en Gaza, entrevistó al líder de Hamás antes de que Israel lo matara con un misil. No lejos de allí, en Jerusalén, presenció un atentado suicida, en tanto que, en el sur del Líbano, se adentró en Hizbulá. También viajó a África, para acercarse a lo que sienten los mineros que extraen coltán en Congo, y a América, acompañando a una caravana migrante en Honduras y México, o conociendo el sufrimiento en un laboratorio humano de Colombia. Hay muchos más relatos dentro del libro, en los que Benítez conjuga experiencias de guerra y esperanza.

El director de UNED Tudela ha agradecido al fotoperiodista navarro que haya decidido exponer en el centro ribero: “Una de nuestras misiones es lograr sensibilizar a la población de lo que está pasando en el mundo. Por eso, te agradezco muchísimo el trabajo que has estado haciendo durante todos estos años denunciando este tipo de situaciones. Ojalá esta exposición sirva para cambiar conciencias y que todos tengamos claro qué es lo que pasa realmente en las migraciones”.

AYUDAR A OTROS ESTUDIANTES

Benítez ha explicado que el libro nació de manera un poco inconsciente. “Empecé a reunir historias que viví desde que terminé la universidad. Cuando empezó a coger forma, me di cuenta de que podía contar algo que ayudase a otros estudiantes universitarios cuando salían de sus carreras. Contaba las cosas como a mí me hubiese gustado leerlas en ese momento”, ha descrito.

En el instante en el que él salió de la universidad, se encontró con puertas cerradas y muchas negativas. “Estuve a punto de tirar la toalla -ha añadido-, pero me enfrasqué en un viaje a Sudán que me ayudó a denunciar una realidad que se está repitiendo ahora mismo. A partir de ahí, las historias se fueron encadenando”. Cuando el libro ya tenía un peso específico, fue su pareja, Marta, la que lo animó a moverlo por editoriales.

 

Y aquí llegan dos de los pilares fundamentales a los que Benítez ha agradecido por su impulso para que el libro viese la luz: Goizeder Lamariano, de Marcapáginas Agencia Literaria, y María Oset, de Ediciones Eunate. Ambas ayudaron, según ha reconocido Benítez, a que esta recopilación de historias se convirtiera finalmente en un libro. “Es una obra que busca poner un pie en la puerta para que se dé una oportunidad a los jóvenes, para que puedan demostrar lo que valen”, ha esgrimido.

“Los tres hemos conformado un equipo que intenta proyectar el libro también de una manera educativa, ya que hemos tenido la experiencia de colegios que han trabajado con sus alumnos algún capítulo, para hacerles entender por qué la gente se tiene que marchar de sus países. Nosotros les llevamos fotos, hacemos visitas guiadas y hasta organizamos charlas con algunos de los protagonistas de las fotos”, ha contado Benítez.

De hecho, el autor de la muestra ha confesado que su trabajó presenta una clara evolución. “Yo ya no busco la explosión de una fotografía, sino que lo que quiero es acercarme a la gente y, con su permiso, crear una historia detrás de cada imagen. El objetivo es que la fotografía tenga un retorno, que haya una complicidad y que la persona que vea las imágenes pueda introducirse dentro de esas historias”, ha afirmado.

En este sentido, ha remarcado la importancia de dejar claro que todo lo que se refleja en las instantáneas sigue sucediendo en la actualidad, quizá a causa, como ha argumentado, de la falta de periodistas en esos lugares. “Debe haber un reportero contando lo que sucede en esos sitios, para conseguir que los conflictos no se enquisten y evitar que haya crisis humanitarias tan largas como la de Sudán. Si en esos lugares no hay reporteros, es muy complicado que se denuncie la violación de derechos humanos”, ha sostenido.

VOLUNTAD DE SALIR ADELANTE

La muestra, que ya ha sido acogida en una decena de sitios, refleja también la voluntad de salir adelante de sus protagonistas, de escapar de esas coyunturas tan dramáticas y de continuar viviendo con esperanza. Así lo ha remarcado Benítez, que ha recordado que, en todas las exposiciones, el público las ha vivido con mucha emoción. “Esa emoción se ha logrado porque hay nombres y apellidos. Tratamos de conseguir que el visitante se ponga en el pellejo de quienes aparecen en las fotografías, por lo que se genera muchísima emoción”, ha sentenciado.

La muestra se podrá contemplar en el patio del Palacio del Marqués de San Adrián hasta el próximo 27 de septiembre, de 9 a 14 horas, de lunes a viernes. Igualmente, quien lo desee podrá adquirir el libro Nieva Ceniza. Crónicas contra el olvido en la secretaría del centro.