“Mitos, seducción y posmodernidad”, un título y un curso atractivos ¿Qué desea transmitir a los asistentes al mismo?
“El objetivo que se persigue con este curso es ver la influencia de los medios de comunicación en la cultura actual y ver cómo estamos condicionados por ellos y, al mismo tiempo, hacernos conscientes de la influencia que tienen y no ser tan pasivos a la hora de consumir medios de comunicación. Esto va ser como una especie de curso de Doctorado. El fin es que los asistentes tengan conocimiento de la cultura actual, de los medios de comunicación y de los mitos; en definitiva, conocer un poco el mundo en el que vivimos.
La idea es que los alumnos se den cuenta de hasta qué punto los medios influyen en nuestra vida, y cómo los mitos son un objeto de consumo porque entretienen a las personas. Los medios se han convertido en una especie de religión invisible, les seguimos como fieles sin darnos cuenta, creyéndonos que somos muy libres y que los elegimos porque queremos pero, en el fondo, han ido sustituyendo a la religión occidental.
Este curso, en definitiva, es una reflexión sobre el mundo en el que vivimos, la cultura y la información”.
El curso va a ofrecer una visión introductoria al cambio cultural acaecido desde los años ochenta hasta nuestros días…
“Efectivamente. En primer lugar explicaré este cambio cultural, conocido con el nombre de “Posmodernidad”, que empieza en los años 60 pero que se remonta a una época anterior, al Renacimiento. Supone un cambio cultural profundo y en ese cambio tienen una importancia fundamental los medios de comunicación; sin ellos es casi imposible entender la posmodernidad.
Los medios han propiciado una nueva cultura en la que predomina la imagen sobre todo lo demás. En las redes sociales nos estamos acostumbrando a que nuestra experiencia de la realidad sea más virtual, más alejada de la experiencia directa de las cosas. Hasta tal punto han creado los medios una cultura que tienen sus propios mitos. Los dos ejemplos que vamos a analizar en el curso son Marilyn Monroe y Diana de Gales, dos mitos clásicos que han subsistido al paso del tiempo”.
¿Por qué Marilyn Monroe continua hoy en día de actualidad?
“Marilyn es un fenómeno que sobrepasa el entendimiento pero que tiene la importancia que tiene por dos cuestiones; en primer lugar, por su imagen de seducción. Aunque es verdad que el arquetipo de sexualidad femenina que ella representa ahora no está de moda (esas curvas tan espectaculares) en el fondo refleja el estereotipo del eterno femenino, que siempre ha sido una mujer redonda y con curvas. El estereotipo es muy importante a la hora de grabar imágenes en el imaginario colectivo de las personas que es lo que hacen los mitos.
En segundo lugar, tiene la parte de la tragedia, no sólo por su muerte, que evidentemente se suicidó. Murió tras una época de mucha soledad porque era una mujer muy frágil y muy problemática, con lo que se desmonta toda la idea de que las apariencias son lo que son; más bien todo lo contrario; las apariencias engañan. Se presentaba como una mujer sexy, fácil para los hombres y que no creaba problemas. Ésa era la imagen que daba en la pantalla y, sin embargo, interiormente era una huérfana que tuvo muchas dificultades para ser lo que fue. Marilyn tenía un problema de personalidad y de identidad; tenía una necesidad total de seducir para que la quisieran. Buscaba de forma constante a su príncipe encantado, él que ella se había imaginado, como las mujeres de su época. Sin embargo, nunca lo encontró.
Marilyn es importante porque su vida atraviesa vidas de personajes cruciales del siglo XX: Arthur MiIler con quien se casó o Kennedy que, como se sabe, fue su amante…
Era una ilusa y ésa fue su tragedia; un problema de identidad no resuelto y un problema de búsqueda de si misma no resuelto; por eso, quiso dejar de ser Marilyn Monroe.
Al principio, los intelectuales la tacharon de rubia tonta y mala actriz pero fue al principio de su muerte. El boom de Marilyn ha sido posterior, en la posmodernidad. No fue inmediato. Fue en los 80, en plena época posmoderna".
Cuando hablamos de Diana de Gales ¿hablamos de un mito mediático?
“Diana de Gales es otro mito, quizá menos importante en el sentido sociológico y cultural. Sin embargo, tiene el impacto de su muerte que como se sabe murió perseguida por los paparazzi. Diana se había convertido en una persona muy familiar, en un mito mediático, hecho por los medios de comunicación; por eso, en ese sentido es posmoderno.
A Diana desde siempre la persiguieron los fotógrafos. Toda esta historia de melodrama es parte de los mitos, el final del cuento de hadas, una vida de melodrama… Diana lo contó en la BBC, que es como contarlo al mundo en una Aldea global como estamos ahora; contó al mundo que su marido le era infiel y que ella lo iba a dejar. A partir de ahí la impronta de la noticia fue tal que desde ese momento comenzaron a perseguirla de forma absoluta.
Diana de Gales es muy posmoderna. Cultivó su cuerpo y su alma; tenia psicólogos. Estaba obsesionada y la prueba es que tenía anorexia y bulimia. Tuvo dos enfermedades totalmente posmodernas relacionadas con el culto al cuerpo. Además de eso, tenía un fuerte encanto personal. Otro aspecto que conmocionó a todo el pueblo británico es que se dedicó a obras de caridad. Por todos estos motivos, el pueblo la adoraba. Cuando murió, la conmoción fue impresionante.
Diana fue un fenómeno de comunicación hasta entonces desconocido; la prueba es que muchas universidades en aquel tiempo la comenzaron a estudiar. El psiquiatra, Rojas Marcos, comentó en una entrevista que Diana de Gales había pasado por muchos de los pacientes de su consulta. Mucha gente había interiorizado los problemas de Diana y era motivo de consulta psiquiátrica.
La identificación y la proyección son dos fenómenos que se producen en los mitos. Las personas se identifican en algún aspecto con el personaje y proyectan sus deseos e imágenes.
¿Son estos mitos clásicos irrepetibles?
“Tanto Marilyn como Diana de Gales tienen las dos caras del mito: la apariencia y el ser. Tienen la esencia, es decir, también son humanas y no son sólo imágenes que se venden. Quizá ya no vuelva a repetirse el fenómeno de estos mitos. El tiempo corre mucho más deprisa; el tiempo de la información es mucho más efímero. Penetran en la intimidad y, por eso, son mitos familiares; las hace más cercanas y provoca que tengan más resonancia y que habiten más en nuestros corazones, que es lo que hacen los mitos clásicos.
La palabra "mitos" se ha utilizado tanto que casi ha perdido el sentido. Son personajes que son imitables y que, de alguna forma, hay parte de la población que se identifica con ellos, pero que hoy en día son famosos y mañana se olvidan. La cultura de la información es la cultura del olvido: la única forma de recordar que tiene la información es a través del acontecimiento.
Una cuestión que liga con la posmodernidad, como es el consumo de intimidad, es algo tan frecuente. La tecnología nos prometía un mundo feliz y somos cada vez más parecidos unos a otros que hacemos las mismas cosas, consumimos los mismos programas, nos parecemos muchísimo y somos cada vez más infelices”.