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“El mundo no avanza para reducir su dependencia del petróleo, más bien lo contrario”

El físico navarro Javier Tejada ha participado en el curso de verano “El futuro de la energía: economía, estrategia y política”, que se ha desarrollado los días 27 y 28 de septiembre en la UNED de Tudela.

30 de septiembre de 2011

El curso de verano “El futuro de la energía: economía, estrategia y política” ha trasladado hasta la UNED de Tudela el debate sobre la apuesta que deben realizar en este campo las economías desarrolladas y, de manera inevitable, el impacto en el denominado cambio climático. Este monográfico ha tenido lugar los días 27 y 28 de septiembre.

Javier Tejada Palacios, catedrático de Física de la Universitat de Barcelona y director del Laboratorio UBX, señaló en su intervención titulada “El futuro de la energía nuclear tras Japón” que el futuro energético constituye, junto con el problema del agua, “la clave que marcará el rumbo futuro de la humanidad”.

Al físico navarro le correspondió aportar al debate la perspectiva de la energía nuclear, sometida a un intenso juicio social desde que el pasado mes de marzo el tsunami que asoló Japón provocase un accidente nuclear en la central de Fukushima. Para Tejada, “la energía nuclear sigue siendo la misma, pero la percepción de la sociedad es distinta a partir de este accidente”.

Para responder al interrogante que se plantea sobre el futuro de esta energía, Tejada puso sobre la mesa varias cuestiones a las que la sociedad debe dar respuesta si quiere encontrar una solución al problema energético. En este sentido, el catedrático de la Universitat de Barcelona recordó que el petróleo y el gas suponen en la actualidad más del 60% de toda la energía comprada y consumida, que el transporte actual es inconcebible sin el petróleo y que ambos son fundamentales para la industria petroquímica que, apuntó, genera miles de empleos. “En la actualidad, el mundo no avanza para reducir su dependencia del petróleo, más bien al contrario, y en los próximos 20 años la demanda energética aumentará en torno al 57%”, opinó Tejada.

El debate social en torno a la energía nuclear y el cambio climático ha dado amparo, según el físico navarro, a algunas cuestiones con las que, según aseguró, “se ha tratado de medio engañar a la población”. Es cierto, indicó, “que se puede avanzar sin energía nuclear, invirtiendo en energía solar pero pagando un precio mucho más elevado, o usando gas, como lo hará Alemania dentro de 20 años si quiere seguir siendo una potencia mundial, a cambio de contaminar con dióxido de carbono”, recordó.

Por otra parte, también reflexionó sobre lo que se ha denominado ‘nueva economía del hidrógeno’ que, a su juicio, “supone una solución carísima que no está al alcance de la sociedad”; y sobre el ahorro energético, algo que, según Tejada, va en contra de una ley natural no escrita que certifica que “los seres vivos y el hombre necesitan consumir toda la energía a su alcance a la mayor velocidad posible para evolucionar. Es una confusión pensar que podemos ahorrar energía consumiendo menos a la vez que mantenemos nuestro crecimiento económico, cuando en el transcurso de la evolución de la humanidad ha ido aumentando progresivamente su consumo energético. Podemos decir que nosotros, en el siglo XXI, somos hijos del petróleo y que la humanidad ha vivido su desarrollo de la mano del petróleo. Así pues, ahorrar energía es una buena solución a corto término, pero claramente no es la estrategia que utiliza la evolución a largo plazo”.

Asimismo, Tejada consideró que el debate sobre el problema de la energía no sólo es importante por la posible escasez de fuentes de energía, consideró Tejada, “sino que, además, está íntimamente ligado al llamado cambio climático del cual parece que ya nadie duda y que va a dominar los escenarios científicos, tecnológicos, ecológicos y políticos del futuro. Si el cambio climático es la respuesta, ¿cuál es la pregunta? Para mí la pregunta, tras las respuesta de que ya tenemos el cambio climático encima, es: ¿Tendremos suficiente energía para encontrar la solución?”, se interrogó el físico.

La apuesta por las energías renovables, aseguró, “nunca va a poder satisfacer las necesidades de la humanidad. Las baterías que fabrique el hombre para conseguir la energía solar, la más prometedora de las energías renovables, nunca podrán ser mucho mayores que las baterías naturales fruto de la evolución biológica, que no son otras que las plantas que cubren una gran parte de la superficie de la tierra y de los océanos. En el último siglo, hemos gastado la energía que dichas baterías habían acumulado durante cientos de millones de años”, ejemplificó Tejada, para quien otras apuestas en proyectos como el coche eléctrico “harán que la humanidad no apague la luz en las 24 horas del día, multiplicando el consumo eléctrico por dos”.

En este contexto sigue teniendo su presencia la energía nuclear que, según el físico navarro, “la sociedad no rechaza ‘per se’, sino por lo que genera, la radioactividad”. Tejada reconoció que la producción de la energía nuclear mediante fisión “tiene fragilidades en su proceso” pero señaló que, durante décadas, los mejores cerebros del mundo se han puesto al servicio del proceso de fisión nuclear. Respecto a esta fisión, el catedrático no dudó en describirla como el gran interrogante: “El hombre tiene ante sí el gran reto de controlar la fusión nuclear. El proyecto ITER tiene por delante el objetivo de lograr, en los próximos 20 años, un prototipo de reactor nuclear de fusión que sería un gran paso adelante para la humanidad”.

Por todo ello, Tejada planteó la necesidad de que la humanidad llegue a un gran pacto sobre la energía “en el que, posiblemente, deberemos aceptar que si queremos seguir viviendo como lo hemos hecho hasta ahora habrá que admitir un cóctel de energías”.

Participantes en el curso

El curso contó con la participación de otros expertos que, desde diferentes áreas, abordaron estas cuestiones relacionadas con la energía. Gonzalo Escribano Francés, profesor titular del Departamento de Economía Aplicada e Historia Económica de la UNED; María Jesús Blasco Blanco, directora del Centro Superior de Formación de Repsol; Fernando Temprano Posada, director de Tecnología de Repsol; Ignacio Martí, director técnico adjunto y coordinador de I+D de CENER; José Collado Medina, profesor titular del Departamento de Economía Aplicada e Historia Económica de la UNED; Carlos Echeverría Jesús, profesor y doctor del Departamento de Ciencia Política y de la Administración de la UNED; Víctor Manuel González Sánchez, profesor colaborador y doctor del Departamento de Economía Aplicada de la UNED; Pedro Luis García Ybarra, catedrático del Departamento de Física Matemática y de Fluidos de la UNED; y Juan López de Uralde, ecologista y miembro del Proyecto Equo aportaron desde sus ámbitos de trabajo su particular visión sobre un debate que ha trascendido a lo social.

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